Historia de la Focaccia

La focaccia es un pan aplanado similar a la masa de la pizza que puede ser dulce o salada. En Italia, Liguria es la región más conocida por la focaccia, que en Génova se llama "classica", una focaccia de un máximo de 2 centímetros de espesor, con una masa ligera y una corteza llena de hendiduras o agujeros que sirven para retener el aceite. En Liguria, otra favorita es la focaccia di Recco, hecha de una hoja muy fina de masa rellena con un queso fresco, como la crescenza.

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La Precursora de la Pizza


Focaccia - La Precursora de la Pizza

La focaccia es uno de los tipos de pan más populares en Italia, con una larga historia que llega hasta épocas distantes de la antigua cultura griega y los etruscos que vivían en el centro-norte de Italia antes de la formación del Imperio Romano.

Este pan plano cubierto con especias, aceite de oliva y otros productos se usó durante miles de años, antes de que se transformara gradualmente en una de las comidas italianas más famosas: la pizza. Sin embargo, durante todo su viaje a través de nuestra historia moderna, la focaccia se las arregló para permanecer sin cambios, con una receta básica que permaneció sin alteraciones desde la época de los etruscos o los antiguos griegos.

Este gran pan italiano se originó en las costas del norte del Mediterráneo, y se extendió lentamente por las culturas de Grecia y Roma donde fue muy utilizado. Al principio, la focaccia se cocinaba sobre azulejos calentados, discos de loza o en la chimenea de un fuego caliente. Durante el horneado los panaderos a menudo perforaban el pan con el cuchillo para evitar la aparición de grandes burbujas en la superficie.

En otras ocasiones, usaban agujas y punteaban el pan en patrones regulares, a veces pinchando el pan con el mango del utensilio. Uno de los ingredientes más importantes de la focaccia ha sido siempre el aceite de oliva, que se añadía a la parte superior de la masa como medio para conservar su humedad después de la cocción.

La focaccia y más tarde la pizza, se convirtieron muy pronto en uno de los productos básicos de la cocina italiana. Fueron muy utilizadas en toda Italia durante el Imperio Romano, a menudo vendidas en las calles por vendedores y panaderías.

La ciudad destruida de Pompeya en las laderas del Monte Vesubio (que entró en erupción en el 79 d.C.) ha logrado preservar los restos de la antigua vida romana, con muchas pruebas que apuntan a la muy extendida industria de la creación y venta de focaccias y panes parecidos a pizzas.

Parte de la cocina italiana tradicional

Focaccia con tomate y hierbas sobre plancha de madera

Después de siglos de uso, muchas regiones de Italia han ido modificando ligeramente la receta original de las focaccias y adaptarlas a sus gustos regionales. Desde hace mucho tiempo se empezó a asociar esta comida con la Nochebuena y la Epifanía, y algunas variantes la hicieron muy popular en otras partes del mundo.

Por ejemplo, a los estadounidenses les gusta la focaccia con aceite de oliva, romero, salvia, ajo, cebolla y queso. También pueden ser dulces cuando se le añade miel, huevos, azúcar, limón, cáscara de naranja o pasas. Todas estas coberturas se usaban mucho en toda Italia, porque cualquier pan con su cobertura distintiva tenía los mismos impuestos que cualquier pan ordinario.

Hoy en día, la focaccia se puede encontrar en todo el mundo bajo diferentes nombres y recetas. En Francia se llama “fougasse”, en Argentina “fugazza” y en algunos lugares de España “hogaza” (hogaza, al igual que focaccia proviene del latín focacīa, “del fuego”).

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