La pizza es, sin duda, uno de los platos más populares de la historia de la cocina. Su larga trayectoria abarca varios milenios y desde su origen europeo, su fama y su gusto por ella se han extendido por el mundo entero.
Para sumergirnos en ella debemos realizar un viaje atrás en los siglos. Concretamente al sur de Europa en pleno Mediterráneo.
El primer hogar conocido de la pizza antigua proviene de la isla de Sicilia, donde los arqueólogos encontraron restos de panes aplastados de 3.000 años de antigüedad y herramientas para su fabricación. En los siglos siguientes, el empleo de formas similares de panes con ingredientes en su superficie, se fue expandiendo por las regiones de Europa cercanas.
Una de las primeras menciones a la pizza proviene de los escritos históricos de Darío, la Gran Conquista de Europa. Menciona el hábito de sus soldados de hornear pan aplastado en sus escudos, que luego eran cubiertos con queso y dátiles. Sin duda, una descripción bastante aproximada de lo que hoy consideramos una pizza.
El Imperio Romano, y especialmente el área alrededor de Nápoles y Pompeya, eran conocidos por hacer pizzas para el consumo diario. Hay varios escritos históricos de esos tiempos que mencionan su habilidad para hacer panes aplanados que luego eran aderezados con varias coberturas.
La mención más famosa de la pizza de ese período fue la del poeta Virgilio en su poema “La Eneida”. En él, el héroe Eneas llega en determinado momento a la región del Lacio y allí, junto con sus hombres, se sorprenden de usar el pan como platos y debido al hambre, se lo comen junto con los alimentos que hay sobre ellos.
El desastre del volcán que azotó a la ciudad romana de Pompeya dejó una cantidad inconmensurable de importantes artefactos arqueológicos para los historiadores modernos. Entre las ruinas de la ciudad preservada, los arqueólogos encontraron numerosos indicios que probaban la existencia común de pizzas en el Imperio Romano: puestos callejeros donde se vendía la pizza, panaderías donde se fabricaban e incluso el equipo que usaba el panadero.
En otras partes de Europa continuaban haciéndose comidas que tenían como base un pan aplastado, muchos de los cuales han sobrevivido hasta hoy (la Coca de Cataluña y Valencia, la Pita griega, el Pide turco o el Lepinja (o Solmun) de los Balcanes).
El primer gran avance en la historia de la pizza ocurrió en el siglo XVI con la llegada de los tomates del Nuevo Mundo. A menudo pensada como una verdura para los pobres, las salsas hechas con tomate pronto se convertirían en parte integral de la pizza italiana.
La llegada de los tomates del nuevo mundo representó un ingrediente fundamental para el increíble aumento de la popularidad de la pizza. Nápoles se convirtió en el centro de innovación de la pizza, donde los cocineros locales comenzaron a implementar la ahora famosa cobertura de tomate.
A finales del siglo XVIII, la pizza alcanzó una gran popularidad en las callejas y plazas napolitanas. Se vendía en los sectores más pobres de la ciudad, que se convirtieron en un destino turístico popular para muchos marineros italianos y europeos que visitaban esa ciudad.
A medida que la pizza se hizo más popular, los vendedores que la vendían se volvieron más organizados. La primera pizzería moderna, la Antica Pizzeria Port'Alba, se abrió en 1.830, y poco después le siguieron muchas más.
El momento en el cual se asentó la popularidad de la pizza en Italia ocurrió en 1.889, cuando el famoso pizzero de Nápoles Raffaele Esposito hizo tres pizzas para Umberto I Rey de Italia y su esposa la Reina Margherita de Savoia. Su exitosa presentación de la pizza hizo que sus diseños formaran parte de la cultura gastronómica italiana, y la consumación de la pizza dio paso a su expansión por toda Italia.
Estadous Unidos se familiarizó con las pizzas a finales del siglo XIX, cuando muchos italianos emigraron a varias ciudades estadounidenses. La presencia italiana concentrada en Chicago, Nueva York y Filadelfia se convirtió en una de las primeras zonas donde se vendía pizza en Estados Unidos.
Al principio, los vendedores ambulantes vendían pizzas en los distritos italianos, pero poco después los puestos ambulantes fueron adentrándose en el centro de Chicago donde comenzaron a ofrecer trozos de pizza caliente a los viandantes.
A medida que crecía la popularidad de la pizza, la necesidad de crear un restaurante dedicado en exclusiva a servir sólo pizza hizo posible la fundación de la primera pizzería de los Estados Unidos. Lombardi’s fue creada por Gennaro Lombardi en 1.905 en la Pequeña Italia, Manhattan, y sigue activa en la actualidad.
Aunque la popularidad de la pizza creció en los EE.UU., se limitaba principalmente a los inmigrantes italianos y sus descendientes. El momento que trajo la verdadera fama internacional de la pizza ocurrió después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados que volvían de los frentes europeos trajeron consigo el apetito por este increíble plato tras su paso por la Italia del derrocado Mussolini.
Durante la década de 1.950, la pizza fue promovida por muchas celebridades estadounidenses de origen italiano, en particular Jerry Colonna, Frank Sinatra, Jimmy Durante y la estrella del béisbol Joe DiMaggio. A medida que se abrían nuevas pizzerías por todo EEUU, comenzó a surgir los inicios de la moderna industria de la pizza. Algunas de las franquicias de pizza más famosas del mundo fundadas en ese período fueron Pizza Hut en Wichita, Kansas (1.958) y Domino's (1.967).
El negocio de la pizza estadounidense pasó de la venta de suministros a restaurantes a las cadenas y locales especializados en la entrega de pizzas. La popularidad de la pizza sigue creciendo incluso hoy en día, y muchos eventos públicos y festivales se celebran en honor a este increíble plato. Como el Campeonato Mundial de Pizza donde los mejores cocineros de todo el mundo compiten por el título de mejor pizzero.
Debido a la gran inmigración italiana hacia Argentina a principios del siglo XIX, este país cuenta con la que probablemente sea la primera pizzería del mundo iberoamericano (incluidas España y Portugal). Allí, en el Buenos Aires de 1.932, el inmigrante genovés Agustín Banchero, abre su pizzería Banchero que permanece abierta a día de hoy.
La primera pizzería de España (Napoletana) no abriría hasta 1.959 en Madrid. En décadas posteriores, con la creciente fama de la pizza y el despegue de las grandes cadenas pizzeras, el empresario de origen cubano Leopoldo Fernández funda Telepizza. Empresa que llegará a ser la mayor compañía de entrega de pizzas a domicilio no estadounidense.