¿Estás seguro/a de saber cómo se corta la pizza? Hay quien lo hace con tijeras, quien lo corta en rodajas muy pequeñas y quien usa una regla. Hoy veremos qué herramientas utilizar y qué errores evitar para disfrutar las porciones de pizza que vayamos a comernos. Conoce todos los aspectos importantes que debes considerar para cortar pizza como un experto.
¡Logra la perfección en cada porción!
En este sentido es el tipo de pizza quien exige el tipo de herramienta adecuado. Déjame que me explique.
El grosor de la pizza es lo que marca el tipo de instrumento que deberemos usar para cortar la pizza más cómodamente:
Hay muchos chefs pizzaiolos que reniegan del cortapizzas. Defienden que esta herramienta provoca una presión sobre la masa que aplasta y atrapa la humedad en su interior. Dicen que eso resulta en porciones blandas y húmedas en los filos.
Al cortarla con la herramienta adecuada, das a esa humedad la oportunidad de escapar correctamente y al liberar el vapor, mantienes las características que buscamos en una pizza perfecta. Con un cuchillo, el movimiento del brazo facilita el corte y la salida del vapor. Para mantener sujeta la pizza, se puede utilizar un tenedor.
No niego que haya cierta parte de verdad. Sin embargo, en nuestra propia experiencia, el cortador de pizzas es una herramienta versátil y rápida, y que si se usa justo después del horneado, corta fácilmente la pizza sin inconvenientes.
¿Puede estropear el borde de las porciones? Sí. Sin embargo tampoco mucho más que unas tijeras o un cuchillo. ¿El truco para evitarlo? Separar las porciones. De esta forma dejarás escapar esa humedad mientras la pizza está aún caliente y suelta vapor. Justo en esa pausa en la que dejamos que la pizza se temple un poco antes de comerla.
En cualquier caso, lo más conveniente es usar siempre una herramienta de calidad mucho más preparada que esas que puedes encontrar en una gran superficie o en el chino de tu barrio. Es por ello que tenemos una guía para que elijas el mejor cortapizzas profesional.
Una vez cogidas las herramientas adecuadas, llega el momento de cortar las porciones. Hay que pensar en la pizza como una tarta. Aunque sea más rápido, no es como cortar una tarta con un cortapizzas. El corte viene dictado por lo que hay encima. Si no hay nada encima, se hace un corte transversal y luego se dividen las cuatro porciones grandes en dos (8).
Hay gente que da prioridad a que las porciones sean iguales y es un error. Fíjate bien en los condimentos y su disposición para no romperlos y que se caigan al sacar la porción.
Para facilitar la operación, lo ideal sería meter las pizzas en el horno con el menor número posible de ingredientes o sin ellos, rellenando después el disco de masa trozo a trozo. Evidentemente, eso influiría en la rapidez y no siempre es posible.
Si necesitas un método para cortar usa este:
Todavía mejor. No te preocupes por la simetría. Respeta siempre a tu pizza y sus ingredientes. Comienza cortando desde el centro hacia el borde en una línea recta despejada. Realiza otro corte para formar el triángulo también en otra zona despejada siempre teniendo en cuenta las porciones que has hecho y las que te quedan por hacer.
¿Que no te sale una pizza perfectamente simétrica? No importa. Deja a tus comensales decidir qué porción comer. No todos comemos igual. Lo más importante es que el corte no arruine tu creación destrozando los ingredientes y su presentación. No estamos en un examen de geometría. Hablamos de cocina.
Evidentemente, cortar con tijeras o cuchillo, es más fácil si se hace cuando la pizza está fría. Sin embargo, para el cortapizzas lo mejor es que la pizza esté recién sacada. Nunca hay que cortarla antes de meterla en el horno: se pierde la humedad interna que nos ayuda durante la cocción. Una vez llega a la mesa, si no estaba ya cortada, es mejor tratar bien los ingredientes como comentábamos antes.
Hay que decir que la pizza suele servirse ya cortada. La cobertura y el corte no se llevan bien, a veces se quitan los ingredientes cuando sí se quiere realizar esa pizza cortada en trozos perfectamente simétricos pero con el condimento bien repartido.
Si no es tu caso, no te preocupes. Apuesta por una pizza asimétrica pero con cada porción bien servida de ingredientes y con el mínimo roto o machacado.
¿Cuántas veces has mirado a alguien con cierto recelo cuando ha cortado su pizza en trozos pequeños con cubiertos? Bueno, pues no siempre les falta razón. Evidentemente, la pizza es una comida que se presta a disfrutarla con las manos, pero no siempre es posible.
A veces la pizza está muy caliente y puede ser necesario tirar de cuchillo y tenedor. Las pizzas de queso se prestan mucho a ello. También puede ayudar a que se enfríe antes.
En otras ocasiones, el tipo de ingredientes impide que la manipulación con las manos se la más adecuada. Las pizzas finas por ejemplo suelen doblarse y sus ingredientes se caen de ella con facilidad.
También puede ser tan simple como que no te quieras manchar las manos, y sin embargo, hay personas que defienden la experiencia de manipular la comida con las manos. En el caso en concreto de la pizza, sentir el calor y la textura de la masa, a pesar de que pueda parecer poco sofisticado.
Más allá del gusto, el olfato y la vista, tocar también es sentir una comida, y pocas se prestan a ello como una pizza.
Sea como sea, lo mejor dejar este tipo de cosas a discreción del comensal. Cada uno debería elegir cómo disfrutar de su pizza como quiera.