Para hacer la pizza, primero tenemos que revisar su definición oficial: "Una pizza es un pastel redondo y abierto hecho con masa de levadura y cubierto con salsa de tomate, queso y una variedad de otros ingredientes como cobertura".
En este artículo intentaremos cubrir los cuatro pasos básicos en la creación de una pizza para que sepas como crear una sin ningún problema. Pequeños trucos y consejos para que puedas convertirte en un verdadero o verdadera chef pizzaiolo.
Antes incluso de elaborar la pizza debemos tener en cuenta que la materia prima definirá la calidad final de la misma. Si bien se considera la masa y su cocción como la parte más importante en su elaboración, una mejor selección de ingredientes frescos y de calidad, nos permitirá estar más cerca del éxito.
Por ello nuestro consejo es que elijas siempre que puedas los ingredientes adecuados. Estas son nuestras sugerencias:
El paso y la etapa más importante en la elaboración de la pizza es la creación de la masa mediante la mezcla de harina con agua y/o algún otro líquido (por ejemplo, la leche) y la levadura. Cuando los ingredientes se hayan mezclado perfectamente, hay que dejar la masa en un recipiente tapado con un paño o film de plástico y se deja crecer (la levadura extrae el oxígeno del almidón en la harina y produce dióxido de carbono que hace que la harina suba). Hay quien unta sobre la superficie de la masa un chorreoncito de aceite de oliva.
Después de alrededor de una o una hora y media de estar en un ambiente cálido, la masa doblará su tamaño. Si no tienes acceso al ambiente cálido, calienta el horno a 75 grados (Cº), déjalo hasta que esté un poco caliente y coloca la masa dentro de él.
Mientras la masa crece, puedes preparar los ingredientes de la pizza y precalentar el horno a 250°C con una antelación de 30 minutos a una hora. Cuando la masa esté lista, ponla en una superficie ligeramente enharinada.
Con tus manos estira la pizza en forma ovalada y aplánala hasta que tenga un poco más de un centímetro de espesor. El diámetro más común de la pizza es de 25 a 30 centímetros. Cuando le hayas dado forma, usa las palmas de las manos para crear un labio en el borde de la masa, que sostendrá todos los ingredientes y salsas de la pizza.
Con la masa preparada, ahora puedes empezar a añadir la salsa y los toppings. A lo largo de los siglos, muchos tipos de salsa de tomate se han hecho populares entre los degustadores de pizza.
Después de la salsa (que dará a la pizza la humedad necesaria para el proceso de horneado) puedes añadir queso y cualquier otro ingrediente que quieras. La amplia variedad de estos ingredientes puede crear innumerables tipos de pizzas, desde las dietéticas bajas en calorías, picantes, vegetarianas, dulces, hasta algunas espantosas maravillas con miles de calorías.
Después de que hayas terminado con los ingredientes, la pizza está lista para ser horneada. La cantidad habitual de horneado en un horno precalentado dura entre 10 y 15 minutos. Sabrás que la pizza está lista cuando la corteza esté tostada y el queso esté perfectamente dorado según tu gusto.
Si tu horno dispone de buena visibilidad, la apariencia es el mejor indicador de cuándo debe ser sacada una pizza. Si vas a cortarla antes de servir, lo más recomendable es esperar hasta que no esté tan caliente para que los ingredientes no se desparramen por los cortes.
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